Comunicado final
«GUERRA Y PAZ: ¿HAY SALIDA A LA VISTA?»
Celebrado en Madrid del 6 al 8 de septiembre de 2024
Del 6 al 8 de septiembre
de 2024 hemos
celebrado el 43 Congreso de Teología sobre GUERRA Y PAZ: ¿HAY SALIDA A LA
VISTA? Han participado personas de diferentes países y
continentes y especialistas en diferentes disciplinas que nos han ayudado a
entender mejor el panorama conflictivo internacional.
1. Según el Instituto de Economía y Paz, existen 56 conflictos activos con 92
países involucrados, la cifra más elevada desde la II Guerra
Mundial. Se han alcanzado cifras récord en gasto militar, que asciende a 2913
billones de dólares, 190 veces mayor del empleado para combatir el hambre. Los
conflictos en Ucrania y Gaza son los principales impulsores de la disminución
de la paz.
2. Ucrania está viviendo una situación de guerra tras la
invasión de Rusia, que le niega su independencia y soberanía trasgrediendo así
el derecho internacional. Estados
Unidos y la Unión Europea rearman a Ucrania provocando un conflicto de larga
duración con numerosas víctimas de ambos lados, sin
ninguna propuesta de la paz.
3. Palestina
vive sometida al sistema colonial israelí, una de cuyas bases
es el sionismo religioso. Desde el 7 de octubre de 2023 en que militantes de
Hamas asesinaron a 1150 personas y secuestraron a otras 240, lo que constituye
un crimen de guerra, el ejército israelí está llevando a cabo un genocidio con
41000 asesinatos en su mayoría niños, niñas y mujeres, y 92000 heridos, y un
ecocidio con el 75 por ciento de las infraestructuras destruidas. Todo ello con
el apoyo político y militar de Estados Unidos y de la Unión Europea y ante la
pasividad de la comunidad internacional. Israel viola impunemente el derecho
internacional humanitario sin ser objeto de sanciones.
4. Los conflictos
bélicos están causando destrucción, muertes, fragmentación
social, pobreza, hambre, sufrimiento, destrucción de la naturaleza,
desplazamientos masivos en condiciones precarias, feminicidios e infanticidios.
Los pueblos nunca ganan las guerras y siempre ponen los muertos.
5. Asistimos a un alarmante
crecimiento de narrativas belicistas que presentan la vía
de la guerra como la opción inevitable. Cada vez hay más sectores que
ridiculizan la defensa de la paz, de los derechos humanos y del derecho
internacional. Crece la impunidad, se normaliza la banalidad del mal y se
reduce a las víctimas a simples números.
6. Frente a los discursos hegemónicos, patriarcales, racistas y
antropocéntricos, hemos
dirigido una mirada ecofeminista a la guerra y a la paz, que
nos ha descubierto la existencia de otros lugares y formas de guerra como la
división sexual del trabajo y la violencia de género, que atentan contra el
corazón, las mentes y los cuerpos sufrientes de las mujeres y las niñas, y
contra las personas LGTBIQ, así como el ecocidio a nivel planetario. Una mirada
decolonial nos ha mostrado la pervivencia del colonialismo en los conflictos
mundiales. Denunciamos el apartheid de género al que son sometidas las mujeres
afganas oprimidas, silenciadas, invisibilizadas y tristemente olvidadas.
7. Existen también escenarios
de resistencia pacífica frente a las lógicas coloniales y
patriarcales y al genocidio, así como afectos de sororidad y redes
de solidaridad y
de cuidados que
luchan por la paz y apuestan por la vida.
8. Los textos
bíblicos resultan iluminadores en el trabajo por la paz,
que es inseparable de la justicia, como afirma bellamente el Salmo 85: “La
Justicia y el Amor se han dado cita. La Justicia y la Paz se besan. La verdad
brota de la tierra. La Justicia se asoma desde el cielo”. Los profetas de
Israel/Palestina consideran que la paz es fruto de la justicia. No hay, por
tanto, paz sin justicia, ni justicia sin paz. Jesús de Nazaret declara
bienaventuradas a las personas constructoras de paz. El término hebreo que
mejor expresa el ideal de paz es Shalom, que no debe entenderse simplemente
como ausencia de guerra, sino como bienestar integral: estar en armonía con la
naturaleza, con los demás seres humanos y con Dios.
9. Ante el panorama descrito no podemos guardar silencio, ni ser
neutrales, ya que nos convertiríamos en cómplices. Tampoco
podemos caer en actitudes derrotistas y fatalistas, que nos llevarían a
cruzarnos de brazos ante las guerras y las injusticias. Es necesario ponerse
del lado correcto de la historia, que son las personas, los colectivos y los
pueblos sufrientes y buscar alternativas para evitar que la guerra sea eterna.
10. La
prioridad en la lucha por la paz es la eliminación de las brechas de la
desigualdad por género, identidad sexual, etnia, clase
social, cultura y religión. Es necesario, asimismo, imaginar futuros no
distópicos y hablar de otro modo que el relato hegemónico. El ideal de paz
requiere la justicia social y personal y el cuidado de la integridad de la
Tierra, de sus derechos y su biocapacidad.
Concluimos este mensaje con la propuesta ética de Kapuscinski: “Hay que
estar siempre con la gente que sufre” y la consiga de este Congreso: “Si
quieres la paz, apuesta por la trama de la vida”.
Asociación de teólogos y
teólogas Juan XXIII
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